CAPITULO 5
Cuanto menos tuviese que ver
con las emociones y la vida de ______, más fácil le resultaría volver a
soportar su confinamiento.
Y, entonces, las palabras de
______ lo golpearon con fuerza, justo en mitad del pecho. Ella lo había
definido a la perfección: no era más que un gato dedicado a conseguir placer y
después marcharse.
Se aferró con fuerza al
tirador de la puerta. No era un animal. Él también tenía sentimientos.
O, al menos, solía tenerlos.
Antes de que pudiese
reconsiderar sus acciones, entró en la estancia y la abrazó. ______ le rodeó la
cintura con los brazos y se apoyó en él como si se tratara de un salvavidas,
mientras enterraba la cara en su pecho desnudo y sollozaba. Todo su cuerpo
temblaba.
Algo muy extraño se abrió paso
en el interior de Tom. Un profundo anhelo que no sabía muy bien como definir.
Jamás en su vida había
consolado a una mujer que lloraba. Se había acostado con tantas que no podía
recordarlo; pero nunca, jamás, había abrazado a una mujer como estaba abrazando
a ______. Ni después de hacer el amor. Una vez acababa con su pareja de turno,
se levantaba, se limpiaba y buscaba algo con qué entretenerse hasta que fuese
requerido de nuevo.
Incluso antes de la maldición,
jamás había demostrado ternura por nadie. Ni por su esposa.
Como soldado, había sido
entrenado desde que tenía uso de razón para mostrarse feroz, frío y duro.
«Vuelve con tu escudo, o sobre
él». Ésas fueron las palabras de su madrastra el día que lo agarró del pelo y
lo echó de su casa para que comenzara el entrenamiento militar, a la tierna
edad de siete años.
Su padre había sido aún peor.
Un legendario comandante espartano que no toleraba muestras de debilidad. Ni de
emoción. El tipo se había encargado, látigo en mano, de que la infancia de Tom
llegase a su fin, enseñándolo a ocultar el dolor. Nadie podía ser testigo de su
sufrimiento.
Hasta el día de hoy, aún podía
sentir el látigo sobre la piel desnuda de su espalda, y escuchar el sonido que
hacía el cuero al cortar el aire entre golpe y golpe. Podía ver la burlona
mueca de desprecio en el rostro de su padre.
— Lo siento —murmuró ______
sobre su hombro, devolviéndole al presente.
Ella alzó la cabeza para poder
mirarle. Tenía los ojos grises brillantes por las lágrimas y parecían
resquebrajar la capa que recubría su corazón, congelado desde hacía siglos por
necesidad y por obligación.
Incómodo, Tom se alejó de
ella.
— ¿Te sientes mejor?
______ se limpió las lágrimas
y se aclaró la garganta. No sabía por qué había ido Tom tras ella, pero había
pasado mucho tiempo desde la última vez que alguien la consoló mientras
lloraba.
— Sí —murmuró—. Gracias.
Él no respondió.
En lugar de ser el hombre
tierno que la abrazaba instantes antes, había vuelto a ser el Señor Estatua;
todo su cuerpo estaba rígido y no daba muestras de emoción.
Dejando escapar un suspiro
iracundo, y pasó a su lado.
— No me habría puesto así si
no estuviese tan cansada y quizás todavía un poco achispada. Necesito dormir.
Sabía que él iría tras ella,
así que volvió resignadamente a su habitación y se metió en la cama de madera
de pino, acurrucándose bajo el grueso edredón. Sintió cómo el colchón se hundía
bajo el peso de Tom un instante después.
Su corazón se aceleró ante la
repentina calidez del cuerpo del hombre junto al suyo. Y la cosa empeoró cuando
él se acurrucó a su espalda y le pasó una larga y musculosa pierna sobre la cintura.
— ¡Tom! —gritó con una nota de
advertencia al sentir su erección contra la cadera(jajajaja xD)—. Creo que
sería mejor que te quedaras en tu lado de la cama, mientras yo me quedo en el
mío.
No pareció prestar atención a
sus palabras, puesto que inclinó la cabeza y dejó un pequeño rastro de besos
sobre su pelo.
— Pensaba que me habías
llamado para aliviar el dolor de tus partes bajas —le susurró en el oído.
Con el cuerpo al rojo vivo
debido a su proximidad, y al aroma a sándalo que le embotaba la cabeza, ______
se sonrojó al escucharle repetir las palabras que le dijera a Selena.
— Mis partes bajas se
encuentran en perfecto estado, y muy felices tal y como están.
— Te prometo que yo conseguiré
que estén mucho, mucho más felices.(este hombre me mata jajaja )
CAPITULO 6
— Te prometo que yo conseguiré
que estén mucho, mucho más felices
¡Oh!, no le cabía la menor
duda.
— Si no te comportas, te
echaré de la habitación.
Entonces lo miró y vio la
incredulidad reflejada en los ojos cafeces.
— No entiendo por qué vas a
echarme —le dijo.
— Porque no voy a utilizarte
como si fueses un muñeco sin nombre, que no tiene más razón de ser que
servirme. ¿De acuerdo? No quiero tener ese tipo de intimidad con un hombre al
que no conozco.
Con una mirada preocupada, Tom
se apartó finalmente de ella y se tumbó en la cama.
______ respiró profundamente
para intentar que su acelerado corazón se relajara, y poder apagar el fuego que
le hacía hervir la sangre. Resultaba muy duro decirle que no a este hombre.
¿Crees realmente que vas a ser
capaz de dormir con este tipo a tu lado? ¿Es que tienes una piedra por cerebro?
Cerró los ojos y recitó su
aburrida letanía. Tenía que dormir. No había sitio para los «y si…» ni para los
«pero…». Ni tampoco para Tom.
Él colocó las almohadas de
modo que le sirvieran de respaldo, y miró a ______. Ésta iba a ser, en su
excepcionalmente larga vida, la primera vez que pasara una noche junto a una
mujer sin hacerle el amor.
Era inconcebible. Ninguna lo
había rechazado antes.
Ella se dio la vuelta en aquel
momento y le dio un mando a distancia, como el que le había enseñado en la
sala. Apretó un botón y encendió la televisión, después bajó el volumen de la
gente que hablaba.
— Esto es para la luz —dijo
apretando otro botón. De inmediato, las luces se apagaron, dejando que fuera el
televisor el que iluminara débilmente las sombras de la habitación—. No me
molestan los ruidos, así es que no creo que me despiertes —le dio el mando a distancia—.
Buenas noches, Tom de Macedonia.
— Buenas noches, ______ —susurró
él, observando cómo su sedoso cabello se extendía sobre la almohada, mientras
se acurrucaba para dormir.
Dejó el mando a un lado y,
durante un buen rato, se dedicó a mirarla mientras la luz procedente del
televisor parpadeaba sobre los relajados ángulos de su rostro.
Supo el momento exacto en el
que se durmió, por la uniformidad de su respiración. Sólo entonces se atrevió a
tocarla. Se atrevió a seguir con la yema de un dedo la suave curva de su
pómulo.
Su cuerpo reaccionó con tal
violencia que tuvo que morderse el labio para no soltar una maldición. El fuego
se había extendido por su sangre.
Había conocido numerosos
dolores durante toda su vida: primero el dolor de estómago cuando necesitaba
comer, después la sed de amor y respeto, y por último el dolor exigente de su
miembro cuando ansiaba la humedad resbaladiza del cuerpo de una mujer. Pero
jamás, jamás, había experimentado algo semejante a lo que sentía ahora.
Era un hambre tan voraz, una
sensación tan potente, que amenazaba hasta su cordura.
Sólo podía pensar en separarle
los cremosos muslos y hundirse profundamente en ella. En deslizarse dentro y
fuera de su cuerpo una y otra vez, hasta que ambos alcanzaran el clímax al
unísono.
Pero eso jamás llegaría a
suceder.
Se alejó de ella a una
distancia prudente, desde donde no pudiese oler su suave aroma femenino, ni
sentir el calor de su cuerpo bajo el edredón.
Podría proporcionarle placer
durante días, sin detenerse, pero él jamás encontraría la paz.
— Maldito seas, Príapo —gruñó.
Era el dios que le había maldecido, hundiéndolo en este miserable destino—.
Espero que Hades te esté dando lo que te mereces.
Una vez aplacada su ira,
suspiró y se dio cuenta que las Parcas y las Furias se estaban encargando de lo
propio con él.
______ se despertó con una extraña
sensación de calidez y seguridad. Un sentimiento que no había experimentado
desde hacía años.
De pronto, sintió un beso muy
dulce sobre los párpados, como si alguien estuviese acariciándola con los
labios. Unas manos fuertes y cálidas le tocaban el pelo.
¡Tom!
Se incorporó tan rápido que se
golpeó con su cabeza. Hasta sus oídos llegó el gemido de dolor de Tom.
Frotándose la frente, abrió los ojos y vio que él la observaba con el ceño
fruncido y obviamente molesto.
— Lo siento —se disculpó
mientras se sentaba—. Me sobresaltaste.
Tom abrió la boca y se tocó
los dientes con el pulgar para comprobar si el golpe los había aflojado.
Aquello fue peor aún para
______, puesto que no pudo evitar contemplar el roce de su lengua sobre los
dientes. Y la visión de esos blanquísimos dientes, increíblemente rectos, que a
ella le gustaría tener mordisqueándole…
— ¿Qué quieres para desayunar?
—le preguntó para alejarse un poco de sus pensamientos.
La mirada de él descendió
hasta el profundo escote en V de su camisola. Siguiendo la dirección de sus
ojos, ______ se dio cuenta de que, desde donde él estaba sentado, podría ver
todo su cuerpo hasta llegar a las embarazosas braguitas de Mickey Mouse.
Antes de que pudiera moverse,
Tom tiró de ella, hasta sentarla sobre sus muslos y reclamó sus labios.
CAPITULO 7 (FIN DEL MARATOM)
______ gimió de placer bajo el
asalto de su boca, mientras su lengua le hacía las cosas más escandalosas. La
cabeza comenzó a girarle con la intensidad del beso y con el cálido aliento de
Tom mezclándose con el suyo.
Y pensar que nunca le había
gustado besar…
¡Debía estar loca!
Los brazos de Tom
intensificaron su abrazo. Miles de llamas lamían su cuerpo, encendiéndola e
incitándola, mientras se agrupaban en la zona que más le dolía: entre los
muslos, donde quería tenerle.
Sus labios la abandonaron para
trazar con la lengua un rastro hasta su garganta, dibujando húmedos círculos
sobre el mentón, el lóbulo de la oreja y finalmente el cuello.
¡El tipo parecía conocer todas
las zonas erógenas del cuerpo de una mujer!
Mejor aún, sabía cómo usar las
manos y la lengua para masajearlas hasta obtener el máximo placer.
Exhaló el aire suavemente
sobre su oreja y, de inmediato, un escalofrío la recorrió de arriba a abajo;
cuando pasó la lengua por el lóbulo, todo su cuerpo comenzó a temblar.
Un hormigueo le recorrió los
pechos, que al instante se endurecieron, sobresaliendo como duros montículos
que clamaban por ser besados.
— Tom —gimió, incapaz de
reconocer su voz. Su mente le pedía que se detuviera, pero las palabras se
quedaron atravesadas en la garganta.
Había mucho poder en sus
caricias. Mucha magia. Le hacía ansiar, dolorosamente, mucho más.
Se dio la vuelta con ella en
brazos y la aprisionó contra el colchón. Incluso a través del pijama, ______
percibía su erección, su miembro duro y ardiente que presionaba sobre la
cadera, mientras con las manos le aferraba las nalgas y respiraba
entrecortadamente junto a su oreja.
— Tienes que parar —consiguió
decirle al fin con voz débil.
— ¿Parar el qué? —le
preguntó—. ¿Esto? —y trazó con la lengua el laberinto de su oreja. ______ siseó
de placer. Los escalofríos se sucedían y, como si se tratase de ascuas al rojo
vivo, abrasaban cada centímetro de su piel. Los pechos se hincharon aún más
bajo el cuerpo de Tom—. ¿O esto? —e introdujo una mano bajo la cinturilla
elástica de sus braguitas para tocarla donde más lo deseaba.
______ se arqueó en respuesta
a sus caricias y clavó los dedos en las sábanas ante la sensación de sus manos
entre las piernas. ¡Dios, este hombre era increíble!
Tom comenzó a acariciar en
círculos la trémula carne, utilizando un solo dedo, haciendo que se consumiera
antes de introducirle dos dedos hasta el fondo.
Mientras rodeaba, acariciaba y
atormentaba su interior, comenzó a masajearle muy suavemente el clítoris con el
pulgar.
— ¡Ooooh! —gimió ______,
echando la cabeza hacia atrás por la intensidad del placer.
Se aferró a Tom, mientras él
continuaba su implacable asalto utilizando sus manos y su lengua, dándole
placer. Totalmente fuera de control, ______ se frotaba de forma desinhibida
contra él, ansiando su pasión, sus caricias.
Tom cerró los ojos y saboreó
el olor del cuerpo de ______ bajo el suyo; la sensación de sus brazos
envolviéndolo. Era suya. Podía sentirla temblar y latir alrededor de su mano,
mientras su cuerpo se retorcía bajo sus caricias.
En cualquier momento llegaría
al clímax.
Con ese pensamiento ocupando
su mente por completo, le quitó la camisola e inclinó la cabeza hasta atrapar
un duro pezón y succionar suavemente toda la areola, deleitándose en la
sensación de la rugosa piel bajo su lengua.
No recordaba que una mujer
supiese tan bien como aquélla.
Su sabor se le quedaría
grabado a fuego en la mente, jamás podría olvidarlo.
Y estaba completamente
preparada para recibirlo: ardiente, húmeda y muy estrecha; exactamente como a
él le gustaba una mujer.
Rasgó de un tirón la pequeña
prenda que se ceñía a las caderas de ______, y que le impedía un acceso total a
aquel lugar que se moría por explorar completamente.
Y en toda su profundidad.
Ella escuchó cómo rompía las
braguitas, pero no fue capaz de detenerlo. Su voluntad ya no le pertenecía;
había sido engullida por unas sensaciones tan intensas, que lo único que quería
era encontrar alivio.
¡Tenía que conseguirlo!
Alzando los brazos, enterró
las manos en el pelo de Tom, incapaz de permitir que se alejara, aunque sólo
fuese por un segundo.
Tom se quitó los pantalones a
tirones y le separó los muslos.
Con el cuerpo envuelto en puro
fuego, ______ aguantó la respiración mientras él colocaba su largo y duro
cuerpo entre sus piernas.
La punta de su miembro
presionaba justo sobre el centro de su feminidad. Arqueó las caderas
acercándose aún más, aferrándose a sus amplios hombros. Deseaba sentirlo dentro
con una desesperación tal, que desafiaba a todo entendimiento.
Y de repente, sonó el
teléfono.
______ dio un respingo al
escucharlo, y su mente recobró repentinamente el control
— ¿Qué es ese ruido? —gruñó Tom.
Agradecida por la
interrupción, ______ salió como pudo de debajo de Tom; le temblaban las piernas
y le ardía todo el cuerpo.
Que mierda?? -.- interrumpieron!!! quien fue el inepto que interrumpio?? :@ ... Estaban apuntooo!!! que frustracion aghhs!! Bueno aqui estan los caps .. espero les esten gustando, quiero ver comentarios sino demoro mas en subir ... Bueno hasta pronto ...
Que mierda?? -.- interrumpieron!!! quien fue el inepto que interrumpio?? :@ ... Estaban apuntooo!!! que frustracion aghhs!! Bueno aqui estan los caps .. espero les esten gustando, quiero ver comentarios sino demoro mas en subir ... Bueno hasta pronto ...
perdon perdon perdon por no comentar eh andado apurada con mis examenes pero ya termine y estoy de vacaciones. y me puse al corriente en la fic. espero el proximo maratom
ResponderEliminarpero que demonios!!! a quien se le ocurrió interrumpir tal... ¡Momento! Scheiße... pienso que va a ser Selene... no sé pero creo aunque bueno mejor lo vemos en el próximo... aaaaaahhh estuvo genial el maratón :P sigue por favor... sigueeee
ResponderEliminarcuídate mucho
que estés bien
Bye :D
Noo xqqq!! Justio ya creo q ya esta entrando y hoden.. No puede ser
ResponderEliminarVirgii sube mas no me dejes asiii